Para procesar el acero laminado en caliente con el que se elabora la cinta de acero de 2’ (0.61 m), se comienza a trabajar con una longitud de metal grande y rectangular, conocido como tocho. El tocho se calienta y luego se envía para el preprocesamiento, donde se aplana en un gran rollo. A partir de este paso, se mantiene a una temperatura alta y atraviesa por una serie de rodillos para alcanzar sus dimensiones finales. Los hilos de acero al rojo vivo se empujan a través de los rodillos a altas velocidades. Para la chapa, el acero laminado se enrolla en bobinas y se deja enfriar. Para posteriormente darle forma, como barras o placas, que se seccionan y empaquetan.
Por su parte, gracias al recubrimiento de zinc con el que cuenta la cinta de 2 pies se convierte en suave y libre de imperfecciones como fundente, cenizas y escoria, manchas negras, granos, cepas de óxido, depósitos blancos voluminosos, por lo cual proporciona una protección completa del laminado en frío del acero. Se trata de un tratamiento electroquímico que se le aplica al acero para dotarlo de una elevada resistencia contra la oxidación. Este procedimiento se realiza mediante la inmersión en caliente de la lámina de acero en zinc a una temperatura de 450°.